20 may 2018

¿Qué hice yo para merecer esto?

Que me perdonen los caballos por la comparación, pero he visto esa misma mirada en humanos encerrados en cárceles, geriátricos, manicomios. No es de pena ni resignación, ni siquiera de infinita tristeza. Es de desamparo y desolación. De la desolación más pura, de la que solo te libera la muerte.